lunes, 20 de mayo de 2013

El POLLO Y EL USO DE HORMONAS DE CRECIMIENTO

Las hormonas no serían efectivas para el crecimiento de las aves, atentando entre otras cosas contra el crecimiento natural.





Para asegurar que no haya ningún resto de hormonas en aves, existen distintos controles muy estrictos, tanto para evitar su presencia como la de otros compuestos similares.


Las hormonas, sustancias secretadas por las glándulas endocrinas, ejercen un efecto fisiológico en el organismo. Existe una gran diversidad, pero en el caso de las aves, la sospecha recae en la llamada somatotrofina, conocida como hormona del crecimiento.


Su función es aumentar el desarrollo de los tejidos del organismo, del volumen de las células y de favorecer su reproducción. Pero está demostrado que las hormonas no son efectivas para el engorde de las aves, sino que actúan otros factores como la genética, la alimentación, la sanidad y el manejo de animales, como se explica en este artículo.


La actual demanda de carne de pollo precisa una cría de aves rápida y eficaz y un engorde de los animales en poco tiempo para poder comercializar su carne de manera dinámica. Sin embargo, el veloz desarrollo de los pollos no responde a la inyección de hormonas de crecimiento, sino a unas mejoras genéticas, nutricionales y de control de enfermedades llevadas a cabo a lo largo de las últimas décadas. 


Los expertos afirman que las hormonas no son efectivas en cuanto al crecimiento de las aves, no hay una relación directa entre administrar estas sustancias y el engorde del pollo, sino que influyen otros muchos factores. 


Además de que la aplicación de hormonas en el pollo es muy dificultosa, ya que tienen que introducirse por vía intravenosa y de manera muy frecuente, con lo que resulta imposible llevarlo a cabo en un criadero de aves. 

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